El sector turístico argentino enfrenta un panorama complicado de cara a la temporada de verano 2025. La combinación de un dólar barato, la preferencia creciente por Brasil y la carga impositiva generan una tormenta perfecta que ya se traduce en una caída del 20% en las reservas de alojamiento respecto al año pasado.
Caída en las reservas y sus causas
La Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA) informó que algunos destinos estratégicos, como la Ciudad de Buenos Aires, registran desplomes aún más marcados. En los hoteles de 3 y 4 estrellas de la capital, las reservas bajaron un 34%, principalmente debido a la disminución del turismo extranjero.
La situación es igualmente crítica en destinos patagónicos como Bariloche y Ushuaia, donde las bajas oscilan entre el 20% y 25%. Según datos del INDEC, la ocupación hotelera acumula una caída del 13,7% en lo que va del año, y los empresarios del sector confían en que los turistas de última hora puedan moderar la tendencia negativa.
Dólar barato y la fiebre por Brasil
El debilitamiento del real brasileño y la fortaleza relativa del peso convierten a Brasil en un destino especialmente atractivo para los argentinos. Según un estudio de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), el 50% de los argentinos que planean vacacionar fuera del país eligen Brasil, duplicando su preferencia respecto al año anterior.
Alejandro Festa, gerente de servicios turísticos de Despegar, confirmó el fenómeno: «Brasil concentra el 50% de las búsquedas para el exterior. Esto está impulsado por un cambio favorable, vuelos directos y promociones como cuotas sin interés».
El sistema de pagos brasileño Pix también está registrando un crecimiento mensual del 50% en usuarios argentinos, según Manuel Beaudroit, CEO de Belo, una plataforma de pagos. «Hoy, vacacionar en Brasil es más barato que en cualquier momento desde la salida de la convertibilidad», aseguró.
Mientras tanto, el Ministerio de Turismo de Brasil pronostica una temporada récord, con la mayor cantidad de vuelos y el ingreso de divisas más alto en una década.
Las demandas del sector turístico argentino
En este contexto, los empresarios turísticos nacionales exigen cambios en el esquema impositivo. Desde FEHGRA pidieron al Gobierno eliminar impuestos que consideran «distorsivos», como Ingresos Brutos, Débitos y Créditos Bancarios, el Impuesto PAIS y Derechos de Exportación.
Además, reclamaron una revisión del IVA aplicado a hotelería y gastronomía, que en Europa tiene alícuotas reducidas del 10%, mientras que en Argentina se mantiene al 21%. «Es insostenible competir en estas condiciones», expresó Rafael Miranda, vicepresidente de FEHGRA.
El Gobierno, liderado por Javier Milei, anticipó una reducción del 90% en los impuestos. Sin embargo, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, aclaró que esto se refiere más a la cantidad de tributos que a la presión fiscal efectiva, dejando dudas sobre el impacto real de estas medidas en el sector.
Una temporada incierta
Con el crawling peg desacelerándose a un ritmo del 1% mensual previsto para 2025, la apreciación del peso plantea nuevos desafíos. El turismo extranjero disminuye, el turismo interno se reduce por la falta de dinero y destinos como Brasil y Uruguay se consolidan como opciones más económicas y competitivas.
La temporada de verano está a la vuelta de la esquina, y el sector turístico argentino se prepara para una dura batalla, luchando por atraer a los pocos viajeros que aún consideran vacacionar en el país. La pregunta es: ¿cómo sobrevivirá el turismo local en un contexto donde el país parece cada vez más caro y menos accesible para todos?
Fuente: Ambito financiero