El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, destacó este lunes la eliminación de tres fondos fiduciarios como parte del ajuste fiscal impulsado por el Gobierno nacional. Según el funcionario, esta medida tiene como objetivo reducir estructuras ineficientes y avanzar hacia un Estado más ágil y enfocado en sus funciones esenciales.
En concreto, mediante un decreto firmado por el presidente Javier Milei, se dispuso la disolución del Programa de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar (PRODAF), el Fondo Fiduciario del Servicio Universal, y el Fondo Fiduciario para la Vivienda Social. De este modo, el Estado nacional deja de tener injerencia directa en las áreas relacionadas con estos programas, poniendo fin a su participación en diversos planes de desarrollo y asistencia.
“Cajas difíciles de controlar”
Sturzenegger justificó la decisión explicando los criterios detrás de cada cierre. «Estos fondos se convirtieron en cajas difíciles de controlar. Por ejemplo, el PRODAF no reportaba beneficios claros; en el caso del Fondo de Servicio Universal, la tecnología ha avanzado tanto que su objeto quedó obsoleto, ya que la cobertura territorial será absoluta con el despliegue de tecnología satelital. Y, por último, el Fondo para la Vivienda Social fue eliminado porque el Gobierno decidió retirarse de la construcción de viviendas, una actividad que consideramos más apropiada para el sector privado», explicó el ministro.
¿Qué implicaba cada fondo cerrado?
- Programa de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar (PRODAF): Este fondo estaba destinado al fomento del desarrollo agropecuario, incluyendo acceso al crédito para productores, promoción tecnológica, apoyo a asociaciones, educación en el sector y adaptación al cambio climático.
- Fondo Fiduciario del Servicio Universal: Administrado por el Enacom, tenía como objetivo garantizar el acceso a la tecnología de la información y la comunicación, financiándose mediante un tributo del 1% sobre los ingresos totales de los servicios de telecomunicaciones.
- Fondo Fiduciario para la Vivienda Social: Financiaba programas de vivienda social en todo el país, proporcionando créditos y facilidades para la construcción. Con su eliminación, el Estado ya no gestionará estas iniciativas, dejando la actividad en manos del sector privado.
Una política de ajuste estructural
Con esta decisión, el Gobierno de Milei acumula ya varias medidas similares. Según fuentes oficiales, el objetivo de estas acciones es simplificar la estructura estatal y reducir el gasto público. En octubre de 2024, el Ejecutivo ya había cerrado Trenes Argentinos Capital Humano (Decahf) por considerarlo un organismo redundante.
La eliminación de estos fondos se da en un contexto crítico, particularmente en el caso del Fondo Fiduciario para la Vivienda Social. Su cierre deja sin cobertura a programas de vivienda destinados a sectores vulnerables, lo que podría generar tensiones en un país donde el déficit habitacional es un problema histórico.
Reacciones y críticas
Mientras el Gobierno sostiene que estas medidas buscan aumentar la eficiencia y eliminar «estructuras superfluas», algunos sectores han manifestado su preocupación por el impacto social de estas decisiones, especialmente en lo que respecta a la vivienda social y el desarrollo rural.
No obstante, Sturzenegger fue enfático en defender la política de ajuste. «Este es un paso necesario para terminar con estructuras ineficaces y avanzar hacia un Estado más eficiente y moderno», concluyó.
El ajuste fiscal, impulsado como parte de la agenda de reformas de la administración Milei, sigue marcando el ritmo de su gestión, generando tanto apoyos como críticas en distintos sectores de la sociedad.