La renuncia de Justin Trudeau como primer ministro de Canadá fue aprovechada por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para reiterar una de sus polémicas propuestas: que Canadá se convierta en el «estado 51» de la nación norteamericana.
En declaraciones realizadas en su red social Truth Social, Trump afirmó que esta integración beneficiaría a Canadá al eliminar aranceles, reducir impuestos y garantizar la seguridad frente a las «amenazas constantes de barcos rusos y chinos» en sus costas.
«A muchas personas en Canadá LES ENCANTARÍA ser el estado 51. Estados Unidos ya no puede soportar los enormes déficits comerciales y los subsidios que Canadá necesita para mantenerse a flote. Justin Trudeau sabía esto y por eso dimitió», señaló el mandatario electo.
¿Unión o amenaza?
Además de su propuesta, Trump advirtió que impondrá un arancel del 25% a todos los productos procedentes de Canadá y México si no se toman medidas para frenar el «flujo de migrantes y drogas» hacia Estados Unidos. Según fuentes cercanas, esta amenaza fue uno de los temas que llevaron a Trudeau a buscar diálogo con Trump en reuniones privadas en el pasado, como su visita a Mar-a-Lago.
«Si Canadá se uniera a Estados Unidos, no habría aranceles, los impuestos bajarían considerablemente y estarían TOTALMENTE SEGUROS ante la amenaza de los barcos rusos y chinos que los rodean constantemente. ¡Juntos, qué gran nación seríamos!», remató Trump.
La renuncia de Trudeau y el panorama político
Este lunes, Trudeau anunció su renuncia como primer ministro tras nueve años en el poder y también como líder del Partido Liberal. La decisión se produce en un contexto de presión política interna y la posibilidad de enfrentarse a una guerra comercial con Estados Unidos tras la asunción de Trump el próximo 20 de enero.
Pese a su renuncia, Trudeau continuará al frente del gobierno canadiense hasta que el Partido Liberal elija a un nuevo líder. Además, prorrogó las sesiones del Parlamento hasta el 24 de marzo, evitando una moción de censura que podría ser impulsada por los partidos de la oposición.
Este movimiento estratégico permitirá a Trudeau liderar la respuesta inicial de Canadá frente a la nueva administración estadounidense y los desafíos comerciales que podrían surgir bajo el mandato de Trump.
Una relación marcada por tensiones
A lo largo de su presidencia previa, Trump tuvo una relación tensa con Trudeau, a quien en repetidas ocasiones llamó «gobernador del Gran Estado de Canadá», haciendo alusión a su recurrente propuesta de anexión.
Aunque sus declaraciones son vistas por muchos como una provocación, también reflejan la complejidad de las relaciones bilaterales entre los dos países, especialmente en temas comerciales y de seguridad fronteriza.
Con la asunción de Trump en pocas semanas, el panorama para Canadá parece estar marcado por nuevas tensiones diplomáticas y la posibilidad de una disputa comercial de alto impacto. Trudeau, por su parte, tendrá que lidiar con esta situación mientras entrega el liderazgo de su partido, dejando el futuro político de Canadá en una etapa de incertidumbre.