La guerra en la Franja de Gaza ha dejado un saldo trágico y doloroso: según cifras recopiladas por el Gobierno gazatí controlado por Hamás, más de 1.600 familias fueron completamente exterminadas debido a los ataques registrados en los últimos quince meses. Estas cifras representan a 5.612 personas fallecidas, todas miembros de estas familias, cuyas vidas fueron borradas en su totalidad.
Una fractura familiar irreparable
Además de las familias completamente destruidas, 3.471 familias han quedado con un único miembro sobreviviente, sumando un total de más de 9.000 muertos entre las víctimas de estas tragedias familiares.
La magnitud del desastre es aún más evidente cuando se observan las cifras totales. Según los registros de hospitales verificados por el Ministerio de Sanidad de Gaza, los muertos superan los 46.000, con 110.000 heridos y más de 11.000 desaparecidos bajo los escombros, lo que evidencia la magnitud de la destrucción provocada por la ofensiva israelí.
Desafíos en la búsqueda de víctimas
La situación se agrava por las dificultades logísticas en el rescate de cuerpos. Un informe de la revista científica británica The Lancet alerta que las cifras oficiales de muertos podrían ser hasta un 41% superiores, debido a que numerosos cadáveres permanecen enterrados bajo los escombros, especialmente en la zona norte de Gaza, donde las operaciones de rescate se han visto gravemente limitadas por los continuos ataques y la falta de acceso seguro.
Además, la Defensa Civil de Gaza reportó que sus operaciones de rescate y los vehículos de bomberos se encuentran prácticamente paralizados en gran parte del enclave, debido a la falta de repuestos y suministros esenciales.
Un llamado urgente
En medio de este panorama, las autoridades gazatíes han solicitado apoyo internacional para contar con los recursos necesarios para enfrentar la emergencia humanitaria y lograr un recuento preciso de las víctimas. Sin embargo, la falta de acceso y los ataques persistentes dificultan los esfuerzos para recuperar cuerpos y ayudar a los sobrevivientes en las áreas más afectadas.
El sufrimiento en Gaza no solo deja cifras devastadoras, sino también un llamado urgente para encontrar soluciones que garanticen el respeto por la vida y la dignidad humana en medio del conflicto.