Científicos alertan que 2025 será aún más caluroso y extremo que 2024, el año más cálido registrado hasta ahora. Las propuestas para revertir la situación exigen acciones inmediatas.
Un informe reciente elaborado por World Weather Attribution (WWA) y Climate Central ratifica que 2024 fue el año más caluroso desde que se tienen registros, marcado por un aumento de 41 días de «calor peligroso» causado por el cambio climático. Según los expertos, 2025 será peor, con fenómenos extremos que afectarán gravemente la salud humana y los ecosistemas.
El estudio atribuye la mayoría de estos eventos extremos al calentamiento global inducido por la quema de combustibles fósiles, lo que aumenta la urgencia de acelerar la transición hacia energías renovables y detener prácticas como la deforestación.
Eventos extremos y sequías más frecuentes
En 2024, el WWA identificó 219 eventos climáticos extremos, de los cuales 26 mostraron clara evidencia de haber sido exacerbados por el cambio climático. Entre estos, las sequías meteorológicas se volvieron diez veces más probables, mientras que las sequías agrícolas, que afectan la producción de alimentos, aumentaron 30 veces su probabilidad.
La situación en la Amazonia, un pilar clave para la estabilidad climática global, es especialmente preocupante. El calentamiento ha empujado a esta región hacia un estado más seco, lo que podría resultar en la muerte masiva de árboles y la liberación de grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera, agravando aún más el problema.
El Niño y su impacto en 2024 y 2025
Aunque fenómenos naturales como El Niño contribuyeron a eventos extremos este año, el informe subraya que el cambio climático fue el principal responsable. Un ejemplo claro fue la DANA (baja segregada) que afectó a España, causando inundaciones masivas y la muerte de más de 220 personas en Valencia.
Según el análisis de Climate Central, el cambio climático ha aumentado hasta 300 veces la probabilidad de que las temperaturas elevadas del Atlántico intensifiquen las tormentas y las precipitaciones.
Cuatro medidas clave para 2025
Con el objetivo de mitigar el impacto de los fenómenos extremos, los científicos han propuesto un conjunto de medidas cruciales:
- Acelerar la transición energética: Reducir la dependencia de los combustibles fósiles y fomentar el uso de energías renovables.
- Notificaciones en tiempo real: Implementar sistemas que alerten sobre muertes y riesgos asociados al calor extremo.
- Mejorar las alertas tempranas: Fortalecer los sistemas de monitoreo y prevención ante fenómenos climáticos.
- Apoyo financiero internacional: Brindar recursos a los países en desarrollo para que fortalezcan su resiliencia frente al cambio climático.
Llamado urgente desde la ONU
En línea con este informe, la ONU ha pedido una reducción «dramática» de las emisiones globales para 2025. Friederike Otto, directora de WWA, enfatizó que «contamos con la tecnología necesaria» para enfrentar el cambio climático, pero que es imperativo actuar con urgencia.
El camino hacia un futuro sostenible
Aunque el impacto de países como Argentina en el calentamiento global es limitado, las políticas ambientales locales pueden jugar un papel importante en la mitigación del cambio climático. Desde la adopción de energías limpias hasta la protección de ecosistemas vulnerables, cada esfuerzo cuenta para revertir un curso que, de continuar, amenaza con convertir fenómenos extremos en la nueva normalidad.
2025 se perfila como un año crítico para frenar el deterioro del planeta. Las propuestas están claras; lo que falta es la acción.