En una medida esperada por el sector agropecuario, el Gobierno de Javier Milei confirmó este jueves una baja temporal de retenciones a los principales cultivos y la eliminación total de estas para las economías regionales. El anuncio fue realizado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, en la Casa Rosada, quien destacó que esta acción responde a las promesas realizadas durante la campaña presidencial.
Detalles del anuncio
El ministro de Economía, Luis Caputo, precisó que la reducción de retenciones estará vigente desde el próximo lunes hasta el 30 de junio. Según Caputo, la decisión busca ofrecer un alivio al sector agropecuario sin comprometer los esfuerzos realizados para mantener el superávit fiscal y estabilizar la economía.
“La razón por la que no podemos hacer esto permanente es porque aún no contamos con los recursos necesarios”, explicó Caputo. Además, enfatizó que esta iniciativa permitirá mantener la lucha contra la inflación y evitar una devaluación, a la vez que genera un alivio financiero para los productores.
Impacto fiscal y económico
El secretario de Coordinación de Producción, Pablo Lavigne, y el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, participaron en la conferencia y detallaron cómo quedarán las nuevas alícuotas. Este ajuste tributario aplicará a los cultivos más representativos de la agroindustria argentina y busca dar mayor competitividad a los pequeños y medianos productores de las economías regionales.
El economista Estefanía Pozzo señaló en declaraciones televisivas que esta medida “beneficiará a la cosecha más importante del país” y ayudará a contener las presiones inflacionarias sin necesidad de devaluar el peso.
“Es un proceso gradual”
Caputo dejó en claro que reducir impuestos es una meta prioritaria de la administración libertaria, pero subrayó que cualquier decisión debe tomarse en el marco de una economía sólida. “Todos los reclamos sobre impuestos son legítimos, pero necesitamos seguir construyendo sobre el superávit fiscal y comercial alcanzado”, sostuvo.
El anuncio representa un gesto clave hacia el campo, un sector estratégico para la economía argentina, y se alinea con la política del Gobierno de priorizar la competitividad productiva mientras busca mantener la estabilidad económica.