En una sesión cargada de tensiones y debates cruzados, el Senado de la Nación aprobó este jueves la expulsión del legislador Edgardo Kueider, detenido en Paraguay por el presunto contrabando de 200.000 dólares no declarados. La decisión, que requería una mayoría de dos tercios, se alcanzó tras extensas deliberaciones que reflejaron las fracturas entre los bloques políticos.
La sesión y el debate
El debate comenzó a las 11 de la mañana con posiciones divididas. El interbloque peronista, liderado por José Mayans, respaldó la expulsión definitiva de Kueider, mientras sectores del oficialismo como La Libertad Avanza y legisladores del PRO y la UCR promovían la suspensión como una medida transitoria hasta que avanzara el proceso judicial en Paraguay.
Finalmente, con el respaldo mayoritario del kirchnerismo y el apoyo de otros bloques, la moción de expulsión prevaleció. Durante el debate, la senadora Anabel Fernández Sagasti, de Unidad Ciudadana, afirmó que el caso de Kueider involucraba «gravedad institucional» y podría estar vinculado a un soborno relacionado con la aprobación de la Ley Bases.
Por su parte, Guadalupe Tagliaferri, senadora del PRO, justificó su voto a favor de la expulsión señalando: “Es un mensaje para la ciudadanía y para quienes representamos. No podemos permitir que este tipo de situaciones queden sin sanción”.
Posturas en contra de la expulsión
Desde La Libertad Avanza, Bartolomé Abdala, presidente provisional del Senado, abogó por la suspensión como medida más prudente. «Aún restan definiciones judiciales y debemos respetar el principio de presunción de inocencia», argumentó.
La reacción de Kueider desde Paraguay
En un diálogo con La Nación, Kueider calificó su expulsión como «una locura institucional» y denunció que no se respetó su derecho a defensa. “Es inaudito que el Senado quiera echarme sin escuchar mi versión de los hechos. No fui sorprendido en flagrancia, y el dinero que dicen encontraron no estaba en mi mochila, fue manipulado por el personal de Aduana”, aseguró.
El exsenador también puso en duda la legitimidad del operativo que llevó a su detención en Paraguay y expresó su intención de continuar defendiendo su inocencia: “Me están sancionando por una presunción, sin pruebas concluyentes”, enfatizó.
Impacto político y próximo reemplazo
Con la salida de Kueider, su banca será ocupada por Estefanía Cora, dirigente de La Cámpora, lo que reforzará la representación del kirchnerismo en la Cámara Alta.
El caso, que ha sido comparado con otros escándalos de corrupción en el ámbito político, abre un nuevo capítulo en el control ético y las tensiones entre las distintas fuerzas en el Congreso Nacional.