eclarado monumento natural en Santa Fe, enfrenta una crisis de conservación. El 90% de sus muertes se deben a atropellamientos en las rutas provinciales. Autoridades ambientales instan a los conductores a respetar los límites de velocidad y prestar atención a la señalización para proteger a esta especie vulnerable.
Una amenaza constante en las rutas
Con la llegada del verano y el aumento del tránsito en las rutas provinciales de Santa Fe, el impacto ambiental del tráfico vehicular se vuelve aún más notorio. Si bien las normas de tránsito establecen límites de velocidad y señalización específica en zonas con presencia de fauna silvestre, la falta de cumplimiento de estas reglas pone en peligro no solo a los conductores, sino también a los animales que habitan en las cercanías de las carreteras.
Entre las especies más afectadas se encuentra el aguará guazú (Chrysocyon brachyurus), un cánido de gran tamaño característico de los pastizales y humedales de Sudamérica. A pesar de estar protegido por leyes provinciales y ser considerado un monumento natural, su población sigue disminuyendo principalmente debido a los atropellamientos en rutas. Según el Ministerio de Ambiente de Santa Fe, el 90% de las muertes de esta especie ocurren por accidentes viales, lo que lo convierte en el principal factor de amenaza para su conservación.
Un monumento natural en riesgo
El aguará guazú fue declarado monumento natural provincial en 2003, bajo la Ley N° 12.182. Este estatus representa el mayor grado de protección para una especie en Santa Fe, prohibiendo su caza, captura y comercialización. Sin embargo, la normativa no ha sido suficiente para evitar su disminución poblacional.
A nivel nacional e internacional, el aguará guazú está clasificado como «Vulnerable» por la Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Su presencia se extiende en Argentina por las provincias de Santa Fe, Chaco, Corrientes, Formosa, Santiago del Estero y Entre Ríos, aunque en muchas de ellas sus poblaciones están fragmentadas debido a la intervención humana.
En Santa Fe, los registros indican que los atropellamientos en rutas son la principal causa de muerte de esta especie. Esto se debe a su hábitat natural, que suele estar cerca de cuerpos de agua y en áreas de pastizales que muchas veces son atravesadas por carreteras.
Zonas con mayor número de atropellamientos
Según datos oficiales, las áreas con más reportes de aguará guazú atropellados se concentran en el norte de la provincia de Santa Fe. Los departamentos con mayor incidencia de casos son:
San Cristóbal
9 de Julio (zona sur)
Corredores viales de la Ruta 1
Los atropellamientos ocurren principalmente en zonas cercanas a cursos de agua, en antiguos corredores ferroviarios en desuso y en áreas bajas con vegetación densa. El motivo de estas altas cifras es que estos lugares funcionan como corredores biológicos naturales, es decir, rutas que los animales utilizan para desplazarse entre distintos puntos de su hábitat.
Desde el Ministerio de Ambiente destacan que los puntos críticos se identifican por la presencia frecuente de animales atropellados, por lo que es fundamental reforzar la señalización vial y las campañas de concientización para conductores.
Factores que amenazan su supervivencia
Si bien los atropellamientos son la causa principal de mortalidad del aguará guazú en Santa Fe, existen otros factores que amenazan su conservación:
Caza furtiva: Aunque está prohibida por su estatus de monumento natural, la caza ilegal sigue ocurriendo en algunas zonas rurales. Se cree erróneamente que el aguará guazú ataca ganado menor, por lo que algunos productores lo consideran una amenaza.
Pérdida de hábitat: La expansión de la frontera agropecuaria y la urbanización han provocado la reducción de los pastizales y humedales donde vive esta especie. La transformación de su entorno natural en campos de cultivo los obliga a desplazarse a nuevas áreas, aumentando el riesgo de encuentros con humanos y vehículos.
Enfermedades transmitidas por perros domésticos: El contacto con perros en zonas rurales o urbanas puede exponer al aguará guazú a enfermedades como moquillo y parvovirus, que pueden ser fatales.
Cifras alarmantes
El impacto de los atropellamientos en la población del aguará guazú es preocupante. Según la Dirección de Manejo Sustentable de Fauna Silvestre, en los últimos siete años, se registraron al menos 211 ejemplares muertos en rutas santafesinas.
De los aguará guazú que son atropellados:
93% muere en el lugar del accidente
5,7% sobrevive y es trasladado al Centro de Rescate La Esmeralda
Solo el 0,9% logra ser rehabilitado y devuelto a su hábitat
Estos datos reflejan que menos del 1% de los animales atropellados logran sobrevivir y ser reintroducidos en la naturaleza, lo que hace aún más urgente la implementación de estrategias de mitigación.
Otras especies afectadas
El aguará guazú no es la única víctima de los atropellamientos en rutas santafesinas. Otras especies de la fauna nativa también sufren un alto índice de mortalidad en carreteras:
Zorro pampeano
Gato montés
Comadreja overa
Culebra de pastizal y yarará grande
Lagarto overo
La fragmentación del hábitat y la alta velocidad de los vehículos en zonas rurales hacen que estos animales sean constantemente vulnerables a los siniestros viales.
Recomendaciones para conductores y ciudadanos
Desde el Ministerio de Ambiente se insiste en la necesidad de reforzar las medidas de precaución para prevenir nuevos atropellamientos. Algunas recomendaciones clave para los conductores incluyen:
Respetar los límites de velocidad en rutas con presencia de fauna silvestre.
Prestar atención a la señalización que alerta sobre el cruce de animales.
Conducir con precaución de noche, ya que es cuando los aguará guazú son más activos.
Además, se solicita la colaboración de la comunidad:
Si ves un aguará guazú, tomar una foto y enviarla con geolocalización a [email protected].
Si ves un ejemplar herido, contactar a la autoridad de seguridad más cercana.
El futuro del aguará guazú en Santa Fe depende en gran medida de la responsabilidad de los conductores y del compromiso de la sociedad para proteger a esta especie emblemática.