El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, se mostró “conforme” con la decisión del Gobierno Nacional de reducir las retenciones al campo y eliminarlas para las economías regionales, una medida que entrará en vigor el próximo lunes y se extenderá hasta junio. Pullaro destacó que esta decisión responde a un reclamo conjunto de las provincias productoras, que representan el 70% de la producción agropecuaria del país.
“El Gobierno Nacional nos escuchó”, afirmó Pullaro, recordando que la semana pasada mantuvo una reunión con los gobernadores de Córdoba, Martín Llaryora, y de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, para coordinar una acción conjunta. “Nuestras provincias eran las más perjudicadas por las retenciones, por lo que teníamos que manifestarle a la Nación que el próximo impuesto que debía bajar eran las retenciones”, explicó el mandatario santafesino.
Según datos proporcionados por la provincia de Santa Fe, el 94% de la carga impositiva que pagan los productores agropecuarios se destina a la Nación, mientras que solo el 5% corresponde a tributos provinciales. Esta desproporción había generado un fuerte malestar en el sector, que atraviesa una situación crítica. “El campo en este momento no puede más”, había advertido Pullaro en una conferencia de prensa previa, subrayando la urgencia de medidas que eviten su colapso.
El martes pasado, los gobernadores de la Región Centro se reunieron en Rosario para analizar la situación del sector agropecuario. En esa ocasión, Pullaro insistió en la necesidad de “acompañar al campo” y solicitó al Gobierno Nacional que “el próximo impuesto a bajar tenían que ser las retenciones”. Además, aclaró que la presión fiscal provincial es “sumamente baja” y que no puede atribuírsele a las provincias la responsabilidad de la alta carga impositiva que afecta al sector.
Pullaro también advirtió sobre las consecuencias de no tomar medidas urgentes: “Si no se toman acciones, el campo se va a fundir. Eso va a traer un impacto fuerte y negativo para cada una de nuestras provincias”. En este sentido, el gobernador santafesino aseguró que desde su administración están dispuestos a colaborar, pero recalcó que el problema principal radica en los tributos nacionales.
Finalmente, Pullaro planteó que el próximo desafío es garantizar que esta medida no se revierta en junio, una vez finalizada la liquidación de la cosecha. “El desafío es que esta medida no vuelva atrás en junio, después de la liquidación en función de la cosecha que tienen los productores agropecuarios”, afirmó. Además, expresó su esperanza de que se avance hacia una “baja paulatina y significativa hasta llevar a cero las retenciones”.
La rebaja de retenciones es un alivio para el sector agropecuario, pero también representa un primer paso en un camino que, según Pullaro, debe continuar para asegurar la sostenibilidad del campo y, por ende, de las economías regionales.