El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, generó polémica este sábado al celebrar públicamente el cierre de más de 200 áreas estatales en el primer año de gestión del presidente Javier Milei, lo que implicó la pérdida de miles de empleos en el sector público.
A través de redes sociales, Sturzenegger compartió un listado de los organismos clausurados y expresó:
“En esta semana donde vamos cerrando el año, les dejo un listado de las más de 200 áreas del Estado que cerramos este año. Pasen y miren. Van a reír y van a llorar. Advertencia: no apto para personas impresionables.”
Cierre de estructuras y pérdida de empleos
El secretario de Transformación del Estado y Función Pública, Maximiliano Fariña, detalló las áreas afectadas:
- Direcciones Nacionales, Direcciones y Coordinaciones eliminadas por tener funciones «duplicadas u obsoletas».
- Cerca de 100 Secretarías y Subsecretarías también fueron suprimidas.
Fariña justificó estas medidas señalando que muchas de estas áreas cumplían funciones que podían ser asumidas por el sector privado o que correspondían a provincias y municipios, argumentando que mantenían un esquema «contrario al federalismo».
«Nos encontramos con excesos, duplicaciones y áreas totalmente innecesarias», afirmó el funcionario, quien defendió las decisiones como una manera de «modernizar» el Estado.
El agradecimiento a Milei y la «motosierra libertaria»
En su publicación, Sturzenegger agradeció a Fariña por liderar este proceso y destacó el rol del presidente Milei como el principal impulsor de la «reducción del Estado»:
“Gracias sobre todo a Javier Milei por la convicción y liderazgo en la necesidad de reducir el Estado.”
El ministro, convocado específicamente por Milei para implementar las promesas de «destrucción del Estado» realizadas durante la campaña electoral, calificó estos cierres como «adecuaciones necesarias» en línea con los objetivos de la gestión libertaria.
Impacto social y político
El cierre de estas áreas no solo provocó el despido de miles de trabajadores, sino que también reavivó las críticas de sindicatos y sectores de la oposición, que acusan al gobierno de desmantelar el aparato estatal sin un análisis profundo de las consecuencias sociales y económicas.
«Esto no es una reforma, es una motosierra que afecta servicios esenciales para la ciudadanía,» expresó un referente sindical del sector público.
Mientras tanto, la medida sigue dividiendo las opiniones públicas, con un sector celebrando la reducción del gasto estatal y otro alertando sobre las consecuencias de desmantelar estructuras clave para la administración pública.
Una promesa cumplida, pero polémica
Con estas medidas, Milei avanza en una de sus principales promesas de campaña: achicar el Estado, aunque las críticas no han dejado de crecer. El impacto de estas decisiones será uno de los temas más discutidos en el segundo año de su mandato, mientras crece la expectativa sobre los próximos pasos del plan de ajuste estatal.